La nueva «era» del concepto Funnel del márqueting online, ¿si o no?, ¿todos los nuevos conceptos que resumen acciones de mercadeo, han de ser forzosamente buenos?
Hay disciplinas modernas, que van muy rápido para poder ser valoradas como buenas desde una visión global.
Que algo que hoy sea válido, no es necesariamente algo que deba serlo en conjunto o de una forma completa para el mercado. Por eso este artículo, no va de lo que habla todo el mundo ahora, que es de la estrategia de márqueting del embudo ( funnel). Un término que tiene mucho de descriptivo en sí mismo, como todo el neo-lenguaje de nuestra nueva sociedad. Y que básicamente define una estrategia de como acortar la captación de clientes para según que proyectos.
Esto, en principio, tiene el sentido natural de la evolución típica, que tiene su origen reciente en la implantación de la web en nuestro mercado ( España). Y que supuso que el lugar online de cualquier negocio fuera el objetivo necesario para cualquier proyecto hace ya unos treinta años.
¿Qué hacía estas webs hace treinta años?
Lo que hacía una catálogo, o un comercial básicamente. Es decir resumía las bondades del proyecto para que mostrara modernidad, credibilidad y sus servicios o características particulares a sus clientes.
La red online entonces, se lleno de dominios, hostings, creadores web, diseñadores gráficos, programadores, lenguajes libres, wordpress … llegó el e-commerce, y amazon. En un resumen muy rápido, y una frase de la época; «tenemos que estar allí ( en la red).»
Si el proyecto era internacional, los traductores, headquaters, agentes locales, logística, y multitud de cosas más derivadas de ser internacional.
De eso, que parece ya hace una eternidad, hubo un momento aun más complejo y disruptivo que fueron lo que se denominaron «redes Sociales», que nada era lo que parecían; encontrar a tu antiguos amigos del colegio. Ahora los más avanzados ya les llaman «redes de interés», otro eufemismo.
Entonces, se repitió el fenómeno: «tenemos que estar allí ( en las redes).»
La evolución de esas dos fases, lleno «el internet de la cosas», porque había otro, de todo lo que había en el mundo físico, fue una digitalización en masa, con un mercado emergente de datos, que pudieran anticipar cualquier, inversión.
Las webs en cambio no han cambiado mucho, siguen con sus estructuras de menus, con sus inicios, news, catálogos, portafolios, servicios o quienes somos … el escaparate de identidad virtual propia, en consideración a las nuevas tendencias, cambiaría en el sentido de que en vez de mostrarte todo lo que en realidad ya se presupone que tienes que tener, y como el tiempo apremia. Entonces en su lugar, vas directo al grano y buscas «captar» a alguien sin demasiados pasos intermedios, sin sobre todo dejarle pensar mucho para que no vaya a la competencia, y a través de un poco de inducción al consumo gracias a la usabilidad del entorno digital, haces que vaya directamente al proceso de pago con el producto que quiere.
Acortas los pasos, dando velocidad y seguridad en la decisión de compra.
Esto sería a grandes rasgos conceptuales, una estrategia de marketing alternativa a las webs tradicionales más estáticas de contenido poco dinámico, porque los blogs o articularios como este, sin las redes también tienen poca visibilidad.
No entremos en los detalles de la «magia negra del márqueting» del como, del sonido, del mensaje, de la usabilidad y otras importantes características de como hacer las cosas. Ni tampoco en la definición de lo que se ofrece y de a quien se le puede ofrecer, y como dice nuestro método, para responder a la pregunta del inicio del artículo, solo la puede contestar uno mismo, el emprendedor, el hacedor del proyecto y comienza con un…
¿Qué quieres tu?